En triatlón interaccionan tres disciplinas y una cantidad de situaciones e intensidades de trabajo que hacen que el entrenamiento de este deporte sea algo complicado. Aun así, es buen momento para comentar (en contra de cómo algunos piensan) que no existen baritas mágicas con las que un entrenador de triatlón “toque” al deportista y su rendimiento suba como la espuma. Eso sí, lo que sí que existe es el trabajo diario y la constancia.
En este artículo hablaré sobre las transiciones (refiriéndonos a distancia sprint y olímpica). Diremos que en estos triatlones confluirán una gran cantidad de intensidades de trabajo en cada uno de los tres segmentos, añadiendo la complejidad de las transiciones, destacando dos aspectos:
- Al padecer fatiga durante la competición, tareas que podríamos realizar sin problema, se complican pudiendo llegar a la ejecución errónea o incluso la imposibilidad de realizar dichas tareas.
- Necesidad de adaptarse al cambio de un segmento a otro con el consiguiente cambio de trabajo muscular.
A la hora de entrenar las transiciones debemos de tener en cuenta ciertas consideraciones y que el entrenador de triatlón que tengas debería de tener en cuenta. Hay que añadir que este tipo de trabajo hay que adaptarlo según las necesidades y objetivos en función del momento de la temporada en el que nos encontremos, pero sin duda, estos entrenamientos darán un punto extra de especificidad de cara a la competición, sobre todo para el triatleta popular.
- Se deberían realizar transiciones tanto de natación + bici (a veces muy complicadas de realizar por temas de logística), como de bici + carrera.
- El tiempo acumulado no será superior al de la prueba que vayamos a competir (hay excepciones según la distancia del triatlón y el momento de la temporada).
- El ciclismo antes de la carrera produce una asimetría del paso y un aumento en el movimiento de oscilación de la cadera que intentaremos suplir con el entrenamiento.
- Podremos variar este tipo de entrenos. Creatividad.
- Individualización según nivel y edad del deportista.
- Podrás entrenar en forma de transición prácticamente todo el año, siempre trabajando a intensidad y volumen acorde al momento de la temporada en la que te encuentres según tus objetivos.
- No solo trabajaremos transiciones con el objetivo de mejorar aspectos fisiológicos, sino que también deberíamos de dejar alguna sesión (sobre todo para el triatleta popular) para trabajar aspectos técnicos.
No te cortes en realizar entrenamientos de este tipo (o pedírselo a tu entrenador de triatlón si no lo esta teniendo en cuenta por algún motivo), porque posiblemente te vengan muy bien de cara a la adaptación necesaria de este deporte. De esta forma intentaremos que al cruzar el arco de meta en un triatlón no seas uno de esos que comentan las dos frases que os dejaba al principio del artículo, puesto que son situaciones que ya habrás trabajado en los entrenamientos y para las cuales estás preparado.
Aun así, sin lugar a duda la propia competición y experiencia será la que te hará tener mejores sensaciones durante la competición, así que entrena correctamente, pide ayuda a alguien preparado para poder guiarte en el camino, pero sé consciente del bagaje de entrenamiento que tienes, y si no es mucho, prepárate para “sentir” sensaciones nuevas durante tu primer triatlón.