Con el objetivo de no pasarnos de rosca, cualquier deportista que entrene para una prueba en el que son varias las disciplinas que lo componen, como es el caso de los triatletas, tendremos que tener muy presente este concepto.
El entrenamiento cruzado no se trata de otra cosa que de la transferencia positiva que tiene el entrenamiento de una de las disciplinas sobre el resto de las demás que componen la prueba que vamos a competir.
Con esto quiero decir que no podemos planificar el entrenamiento, ni pensar, que para el triatlón debemos entrenar como nadadores, ciclistas o atletas. Nosotros debemos de jugar con los beneficios que el entrenamiento de un deporte tiene sobre los otros, sobre todo a lo que adaptaciones fisiológicas se refiere.
Lo más que podemos hacer si intentamos entrenar como los especialistas de cada deporte es que nuestro cuerpo sea incapaz de asimilar tal cantidad de volumen de entrenamiento, así que ten siempre presente que eres triatleta, que tu deporte no es solo uno y que tendrás que repartir un volumen de entrenamiento asequible a ti entre los tres segmentos del triatlón. Por todo ello el tener un entrenador de triatlón con experiencia y formación será muy beneficioso para tu rendimiento y para darle sentido a todo esto.
Triatletas de élite mundial tienen rendimientos espectaculares en cada uno de los segmentos que componen el triatlón, aún sin realizar ni mucho menos los volúmenes que realizan deportistas dedicados a una disciplina aislada, siendo esto consecuencia gracias al entrenamiento cruzado.
En mi opinión en la disciplina que tenemos que tener más presente este concepto es en la carrera a pie, debido a su alto nivel de impacto y por consiguiente, en la mayoría de los casos el causante de lesiones y problemas musculares. Incluso muchos atletas especialistas utilizan sobre todo la bicicleta para aumentar la capacidad de entrenamiento, trabajando muscularmente sin ese impacto que produce la carrera o incluso como sesión de recuperación después de un entreno duro de carrera, llegando de esta forma en mejores condiciones a la siguiente sesión dura de carrera a pie, en lugar de si descansásemos totalmente.
Para acabar, os animo a que todos tengáis en cuenta este concepto de entrenamiento cruzado, no solo para evitar posibles lesiones por sobreuso, si no llegado el caso en que padezcamos una lesión o alguna molestia, no dejar de entrenar y poder utilizar la variedad de entrenamientos que nos otorgan las diferentes disciplinas, para que así cuando se vuelva a entrenar dicho segmento el cual estamos lesionados sea mucho menos problemática y antes volvamos al nivel que teníamos previo a la lesión.