Muchos somos los que días previos a un triatlón ya nos ponemos algo nerviosos, y más cuando estamos en la línea de salida preparados para afrontar la competición. Este aspecto de los nervios es difícil de controlar, sobre todo en las competiciones principales, aunque en la mayoría de los casos, estos nervios lo que nos producirá será estar bien activados y listos para lo que vendrá. Este aspecto no es controlable por uno mismo, será la experiencia y el saber gestionar esos momentos lo que marcarán la diferencia.
Ahora vamos a por esos detalles más controlables, y los cuales no tendrás excusas si no los tienes en cuenta, porque si es así y no los cuidas, date por seguro que tendrás problemas para poder dar tu máximo en esa competición que llevas meses entrenando.
– Comida los días previos: debe ser con una buena carga de hidratos de carbono, y sobre todo poniendo más hincapié los 2 – 3 días previos, aunque dependiendo de la distancia del triatlón que vayamos a competir. No añadas salsas o condimentos que hagan de un alimento de buena asimilación, un alimento pesado. Intenta evitar la fibra y haz la última comida previa a la competición con un mínimo de 2 – 3 horas de antelación.
– Alimentación en competición: esto será personal y dependerá de la distancia a la que estemos enfrentándonos, pero lo que es común para todos, es que los productos que vayamos a ingerir durante el triatlón, ya sean bebidas energéticas, geles o barritas, tendremos que probarlas con anterioridad, en entrenamientos y comprobar que a nuestro cuerpo les sienta bien.
– Material: al igual que con la comida, debemos de evitar probar el día de la competición cualquier tipo de material. La práctica del triatlón lleva implícito bastante material, y sin darnos cuenta podemos llegar el día de la carrera con alguna cosa de última hora que nos hemos comprado y que no hemos probado anteriormente. No cometas ese error.
– Calentamiento: intenta tener un calentamiento premeditado, que sueles hacer en los triatlones, así de esta forma evitarás la tentación de hacer lo que ves en algunos de tus compañeros, que en algunas ocasiones son ejercicios que no has hecho en tu vida.
– Descanso: dependerá de muchos aspectos, pero por regla general, baja el volumen de entrenamiento la semana de competición, y mantén “toques de intensidad”. No te excedas durmiendo los días previos.
– Activación: no olvides activar el día previo a la competición, intentando hacer mínimo dos deportes, evidentemente con poco volumen pero con algo de intensidad alta para evitar llegar desactivado el día de la prueba.
– Revisa tu material: sobre todo la bici, comprobando cubiertas o si el cambio va correctamente. Si eres de los que tiene ruedas para entrenar y para competir, entrena al menos el último día previo a la competición con las ruedas de competición para comprobar que todo está listo para dar el máximo.
Con estos consejos, podrás disfrutar el día de la competición y si realmente has entrenado para mejorar tu rendimiento, te plantarás en la línea de salida listo para poder dar lo mejor de ti.